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TRADICIÓN CHACINERA
Somos pioneros en una región de pioneros. Pioneros de la industria chacinera en la provincia de Salamanca. Pioneros de cura, la comercialización y la distribución de productos curados del Cerdo Ibérico de Guijuelo.
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MATERIA PRIMA DE CALIDAD INSUPERABLE
Ofrecemos las mejores materias primas locales a nuestros clientes desde los cortes tradicionales (lomo, solomillo, chuletero…) hasta los nuevos cortes requeridos por la exigente cocina actual (secreto, carrillera, pluma…).
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UNA ÚNICA MISIÓN
Torrencinas y Rodilla&González, dos marcas de una sola empresa con una misión muy clara: mantener los altos estándares empleados desde hace décadas en la industria chacinera de la comarca de Guijuelo.
Así es como trabajamos nosotros

Perfilado de piezas
Una vez se reciben las piezas del matadero, se prepara la pieza para dar comienzo al proceso de curación. Proceso en el que se da forma y se elimina la grasa restante de la pieza, ya sea jamón o paleta, para que posteriormente tenga la forma característica de las mismas. El peso de los jamones cuando se reciben en la fábrica suele rondar los 14 kg, en cambio las paletas oscilan los 8 kg por pieza.

Proceso de Salazón
Una vez las piezas son clasificadas, dependiendo de su peso, son trasladadas al saladero para que sean cubiertas completamente con sal marina. En Torrencinas este proceso se realiza de forma manual, colocando los jamones y paletas en filas uno a uno. Elevando pocos niveles del suelo para que las piezas de la base no soporten mucho peso. Los días depende del peso de cada pieza, suele ser en torno a un día por kilogramo de peso.

Fase de secado
Esta fase es un periodo de reposo para las piezas permitiendo así la filtración de la grasa en cada pieza. El tiempo oscila entre los 3 y 9 meses dependiendo de las características climatológicas que favorezcan o perjudiquen este proceso. Esta etapa suele encontrarse durante los meses de primavera y verano por lo que permite que las piezas poco a poco comiencen a adquirir temperatura.

Curación natural y final
Las piezas pasan de los secaderos a las bodegas. En esta ubicación la temperatura es menor, por lo que, la humedad aumenta. En este momento es cuando la pieza adquiere su color, sabor, olor y textura. Es un tiempo largo dependiendo de la pieza, Torrencinas tiene un proceso de curación en torno a 20 meses, para paletas, y 4 años, para jamones, dependiendo del peso de cada una de las piezas.